L'accabadora de CERDEÑA, ITALIA.



La cultura sarda en relación con la muerte y la eutanasia.

L'accabadora era una mujer que -llamada por los familiares del enfermo terminal- procedía a matarlo, poniendo fin a su sufrimiento. Un acto de misericordia para el moribundo, pero también un acto necesario para la supervivencia de los familiares, especialmente para las clases sociales más desfavorecidas: en pequeños pueblos, alejados de un médico distante varios días a caballo, servía para evitar largos y atroces sufrimientos a los enfermos.
L'accabadora llegaba siempre de noche a la casa del moribundo y después de dejar salir a los familiares que la habían llamado, entraba en la sala de la muerte: se abría la puerta y el moribundo, desde su lecho de agonía, la veia entrar vestida de negro, con el rostro cubierto y comprendía que su sufrimiento estaba por terminar.
El enfermo era afixiado con una almohada, o si se resistia, la mujer asestaba el golpe de "su mazzolu" provocando la muerte.
L'accabbadora se alejaba tranquilamente, cumplida su misión, y luego de que los familiares le expresaran un profundo agradecimiento por el servicio prestado a su pariente y le ofreciéran productos de la tierra.
La mayoría de las veces el golpe estaba dirigido a la frente.
El término "accabadora" proviene del español "acabar" que significa terminar.
"Su mazzolu" era una especie de martillo construido expresamente con rama de olivo, de 40 centímetros de largo y 20 de ancho, con un mango que permite un agarre seguro y preciso.
En Cerdeña la existencia de l'accabbadora esta registrada hasta hace unas décadas, sobre todo en la zona centro-norte de la isla. Los últimos episodios conocidos, tuvieron lugar en Luras en 1929 y en Orgosolo en 1952. Además de los casos documentados, muchos son los confiados a la transmisión oral ya en la memoria familiar. Muchos recuerdan a un abuelo o bisabuelo que tuvo que lidiar con la dama vestida de negro.
Su existencia siempre se ha considerado un hecho natural, ya que estaba la comadrona que ayudaba a nacer, estaba la l'accabadora que ayudaba a morir. Incluso se dice que a menudo se trataba de la misma persona y que su tarea se distinguía por el color del vestido (negro si vestía de muerte, blanco o claro si tenía que dar a luz a una vida).
Esta figura, expresión de un fenómeno sociocultural e histórico, es la práctica de la eutanasia y en los pequeños pueblos rurales de Cerdeña está ligada a la relación que los sardos tenían con la muerte, considerada como la conclusión del ciclo natural de la vida.
Fuente Laura Tommaselli.
Publicado por: Fenomenología de la lengua italiana

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